El engastado es el proceso de fabricación que consiste en engarzar la piedra en la joya, buscando realzar su máxima belleza.

Un perfecto engarzado nos garantiza que la piedra no sufra riesgos de deterioro o pérdida con el uso que se le da diariamente a la joya.

El engastado es una de las tareas más minuciosas del orfebre, ha de hacer resaltar las mejores cualidades de la piedra en el metal seleccionado.


ENGASTE EN GARRAS

El engaste en garras es el más habitual en el mundo de la joyería. Este tipo de engarce permite la entrada de la luz por la superficie del Diamante o piedra preciosa seleccionada, por lo que conseguimos su máximo brillo.

El engarzado en garras se trabaja fundamentalmente para anillos de compromiso tipo solitario y también muy usado en pendientes tipo dormilón (pendientes de tamaño pequeño o mediano que queda completamente pegado). Las joyas con este engarzado están compuestas por tres, cuatro o seis garras también llamadas coloquialmente “patas” (las que sujetan la piedra). Su forma o acabado puede ser de diversas variedades; patas planas, cuadradas, redondas, en triángulo, ovales o como determine el orfebre.

ENGASTE AL AIRE O EN TENSIÓN

Conseguimos con este engaste que la piedra quede “al aire”, casi libre de sujeción. La piedra se sitúa en pequeñas ranuras preparadas por el orfebre que se cortan o tallan para que encaje perfectamente el diamante. Es de especial importancia que el uso de las piedras para este engaste sean de dureza 9 o superior en la escala de Mohs (las piedras que cumplen con este requisito de dureza son Diamante con dureza 10, Rubí y Zafiro con dureza 9), ya que piedras de menor dureza se quebrarían.

El engaste en tensión está siendo muy utilizado en joyería para destacar en los anillos de compromiso un aire más moderno y actual.


ENGASTE EN BISEL O CHATÓN

Es el engaste más antiguo que se conoce. El Diamante queda sujeto en el interior del metal mediante una técnica conocida como “bruñido”. La piedra queda envuelta por una tira fina de metal, que puede ir completamente cerrada o presentar alguna abertura.

Es el engaste más sencillo que hay y el que más protege a la piedra de golpes y enganches, por ello es uno de los más prácticos para tener una pieza de uso diario con estas características. Es usado fundamentalmente para piedras redondas u ovales, aunque cualquier tipo de piedra puede ser engarzada en chatón.

ENGASTE A GRANO

El engaste a grano o granete, se realiza colocando las piedras una junto a la otra, en pequeños orificios en una superficie plana. Los Diamantes quedan fijados por medio de granos de metal, donde todos mantienen el mismo tamaño y están alineados correctamente. Con este engaste conseguimos crear un efecto en la pieza donde las piedras parecen que tienen un tamaño superior, por ello las tablas de los Diamantes tienen que estar todas a la misma altura, consiguiendo un efecto muy brillante.

El engaste a grano es usado en joyería para realizar Cuajados o Pavés. Ésta son piezas de metal compuestas por piedras de pequeño calibre.


ENGASTE EN BARRA

Las piedras son colocadas una por una dentro de unas tiras de metal llamadas barras. Los Diamantes se anidan en las ranuras y son solapados por el metal con una herramienta especial de martilleo. Usado para gemas de talla brillante, princesa, oval, esmeralda y baguette, donde las caras de las gemas quedan expuestas consiguiendo así mayor brillo y destello. Hay que destacar que para este tipo de engarce las gemas deben tener dureza 9 o 10 en la escala de Mohs.

ENGASTE EN CARRIL

El engaste en carril es usado para una gran variedad de piedras facetadas, talla brillante, baguette, princesa y esmeralda. Las piedras se encuentran alineadas una junto a la otra en el interior de la joya, a lo largo de una ranura de metal preparada anteriormente. Se protege mucho la gema puesto que ninguna arista queda expuesta a golpes.

Este tipo de engarce es muy habitual para realizar anillos de compromiso tipo alianza